Alejandro

Me desperezo y veo entrar los primeros rayos de sol por la ventana.
Justo a continuación alargo el brazo para coger el teléfono móvil que se debe haber quedado en algún sitio entre las sábanas.
Tengo notificaciones de muchos grupos y debo revisarlas todas antes de salir de casa.
Me aterra que algún día yo pueda ser el foco de las burlas, por eso golpeo antes de que me golpeen a mí.
Nadie me tocará jamás.
Tengo que lanzar algo antes de salir de casa y así tendré entretenida a esta gentuza.
Son como víboras esperando despedazar a su presa, siempre están buscando algo y yo, simplemente se lo doy.
Soy como el encargado de alimentar a las fieras en un circo.