Alarga su mano y me pasa el móvil, yo lo recojo de forma mecánica y hago lo que me piden.
Sigo grabando.
No sé muy bien lo que está pasando, quiero que pare, quiero salir de aquí, pero por alguna extraña razón me encuentro grabando un vídeo del que no quiero ser partícipe.
No puede ser, yo nunca haría esto.
La imagen de la chica aparece en ese pequeño dispositivo rodeada de zapatillas de marca, que la golpean, mientras se burlan de ella.