Erasmus + «De escritores a docentes»

Finalizo la primera fase del proyecto Erasmus+ «De escritores a docentes» propuesto por la AEPC, en el que he tenido la maravillosa oportunidad de impartir talleres teatrales en distintos centros educativos públicos de Europa.

Lycée Henaff (Bagnolet), Lycée La fontaine des Eaux (Dinan), Liceo Statale De Cosmi (Palermo), Escola EB 2,3 D. João II (Alvor), Agrupamento de Escolas Bemposta (Portimao).

El aprendizaje que me llevo de esta experiencia es imborrable, pues he coincidido con profesoras con una clara vocación docente que constantemente están buscando la manera de motivar a su alumnado en el estudio del español. Viéndolas adaptarse a las circunstancias de su entorno me viene a la mente la conmovedora sentencia de Henry Adams: «Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia».

Muchas gracias por abrirme las puertas y enseñarme lo que hacéis y gracias a mis compañeros de aventura (Miguel, Juanma, Pedro y José Manuel) porque juntos hemos podido llevar a cabo este proyecto.

Gracias a Pedro Monedero, compañero de vida, de trabajo y del amor. Contigo todo siempre es más fácil y divertido 🥰

Y, muy especialmente, quiero dar las gracias a Noureddine El Attab, que nos trasmitió su amor por el teatro 🎭.

Plasticidad de íconos como elemento pedagógico motivador y de disfrute en las enseñanzas literarias clásicas

El lenguaje queda definido por el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE 2014), como la “facultad del ser humano de expresarse y comunicarse con los demás a través del sonido articulado o de otros sistemas de signos”. Ante esta definición nos parece oportuno explorar otras vías de comunicación por las que el adolescente se expresa. La asignatura de Lengua y Literatura Española es un espacio propicio para que los jóvenes aprendan a formular sus ideas o emociones y así comprender el mundo en el que viven. En este sentido el lenguaje literario y pictórico se vincula compartiendo temas, recursos y modelos artísticos. En la carrera profesional como docente he asociado las explicaciones sobre manifestaciones artísticas partiendo de un cuadro. Esto es así porque el sentir popular y artístico no se puede dividir en compartimentos estancos, así que la cultura y su comprensión se muestran de igual forma en el campo literario y pictórico. Y este tipo de exposiciones, aunque usan códigos estéticos diferentes, permiten al alumnado comprender visualmente una corriente literaria antes de analizar su repercusión en la literatura. Sin embargo, en este tipo de intervenciones los estudiantes reciben de forma pasiva el contenido y, a pesar de su validez pedagógica, el objetivo con esta propuesta didáctica es que el estudiante participe de forma activa en su propio aprendizaje.

En cuanto al currículo español, este siglo ha apostado más que ningún otro por diluir los límites entre las artes e intensificar los intercambios entre ellas. Así, la ley de educación actual en España considera el aspecto artístico y la metodología de aprendizaje activa objetivos curriculares primordiales:

La finalidad de la Educación secundaria consiste en lograr que los alumnos y alumnas adquieran los elementos básicos de la cultura, especialmente en sus aspectos humanístico, artístico, científico–tecnológico y motriz; desarrollar y consolidar en ellos los hábitos de estudio y de trabajo; así como hábitos de vida saludables, preparándoles para su incorporación a estudios posteriores, para su inserción laboral y formarles para el ejercicio de sus derechos y obligaciones de la vida como ciudadanos (LOMLOE 2020)

Históricamente también se encuentran en la literatura textos inspirados en obras pictóricas y viceversa (Rafael Alberti, Paul Verlaine, Rubén Darío, Mario Vargas Llosa, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Gertrude Stein…) que estimulan la creación en cada momento histórico. Cabe, pues, hablar de una confluencia entre escritores y artistas en la que ambas disciplinas se nutren la una de la otra. Las palabras y las imágenes se entrelazan en un esfuerzo comunicativo que Yuri Lotman definió como “estructuras de comunicación que se superponen sobre el nivel lingüístico natural” (1982, 20) y que, al igual que otros sistemas semiológicos, también deben ser entendidos como lenguas. Estudios más recientes, como el de Carrere y Saborit (2000), observan la pintura como un lenguaje, entendido como conjunto de signos compuestos por significados materiales, conceptuales y sensoriales. Y es que hay dimensiones de la vida que, por su complejidad simbólica, poseen sus propias claves y signos.

En este sentido, este tipo de lenguaje artístico es capaz de ofrecer al alumnado vías y códigos a realidades de la experiencia perceptiva que no tienen una referencialidad consensuada y así aumentar su capacidad expresiva y comunicativa. En definitiva, “el arte puede describirse como un lenguaje secundario, y la obra de arte como un texto en ese lenguaje” (Lotman 1982, 20). En este sentido, la correspondencia entre lenguaje, literatura y pintura concierne al quehacer educativo que debe propiciar espacios de unión e interdisciplinariedad en los centros. La educación en secundaria debe considerar estas circunstancias y orientarse hacia un uso didáctico de la iconografía, que integre pintura–literatura–lenguaje, con el objetivo de fomentar la plasticidad de iconos y la participación activa de los jóvenes en un mundo plagado de imágenes. Por ello surge la necesidad de crear una propuesta metodológica que permita plantear conexiones entre dos asignaturas claves para ampliar el espectro comunicativo del alumnado participante: Lengua Castellana y Literatura; Educación Plástica Visual y Audiovisual.

Sigue leyendo el artículo de forma gratuita en: Pareja-Olcina, María. 2022. «Plasticidad de íconos como elemento pedagógico motivador y de disfrute en las enseñanzas literarias clásicas.» Revista Internacional del Arte en la Sociedad 1 (1): 51-65. doi:10.18848/2770-5684/CGP/v01i01/51-65.

Trabajos adaptados para estudiantes diversos: herramienta didáctica para Lengua y Literatura Española

Cada individuo, cada estudiante, es único y por eso los profesores deben prestar atención a las diferentes formas de aprender. Las investigaciones de este siglo (Alonso y Gallego 2003, Navarro 2008, Salmerón et al. 2009, 2010, 2011) han hecho hincapié en cómo se aprende y, en definitiva, hay una relación muy estrecha entre la personalidad y la integración de la materia estudiada. Cada clase es diferente porque está constituida por estudiantes muy diversos a los que además hay que atender por sus peculiaridades específicas (trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, dislexia, síndrome de Asperger, factores genéticos de agresión, ansiedad, problemas de autoestima, timidez…).

En España la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, de mejora de la Calidad Educativa, señala la necesidad de articular un sistema educativo de calidad, de carácter «inclusivo, integrador y exigente», que garantice la igualdad de oportunidades y haga posible que cada alumno o alumna desarrolle al máximo sus potencialidades. Sin embargo, la adaptación en el aula no se está realizando al ritmo que la sociedad demanda y esto es así porque todavía se siguen dando la mayoría de las clases con un manual unitario, el mismo horario, actividades o exámenes que no hacen diferenciaciones entre los estudiantes. Pero, entonces ¿cómo se puede garantizar una educación inclusiva e integradora? En esta línea, el confinamiento y la necesaria adaptación educativa durante la pandemia por Covid-19, puso de manifiesto las dificultades educativas para conseguir esa igualdad de oportunidades. Aunque, como ocurre con las dificultades, también supuso un impulso en innovación e investigación para poder llegar al alumnado virtualmente. Se ha de tomar como punto de partida este reto, llevado a cabo durante el confinamiento, para seguir innovando en las clases y encontrar la interacción necesaria con el alumnado. Es importante desarrollar, como profesores, la capacidad de ayudarles en su proceso de aprendizaje para alcanzar los objetivos señalados en el currículum. Se están haciendo esfuerzos significativos para lograr un sistema educativo «inclusivo, integrador y exigente», pero todavía queda un largo camino por recorrer para que se haga efectivo. Este trabajo pretende ser una contribución sobre diferentes experiencias didácticas en el área de Lengua y Literatura Española donde todos los estudiantes puedan explorar sus habilidades y destrezas.

Sigue leyendo el artículo de forma gratuita en: Pareja-Olcina, María. 2021. «Trabajos adaptados para estudiantes diversos: Herramienta didáctica para Lengua y Literatura Española.» Revista Internacional de Aprendizaje 8 (1): 23-37. https://doi.org/10.18848/2575-5544/CGP/v08i01/23-37

Profesores adolescentes: herramienta didáctica para Lengua y Literatura Española

Vivimos en una era digital, en la que debemos educar para aceptar el cambio y la formación constante. En estas últimas décadas se ha investigado mucho sobre aprendizaje autodirigido para conseguir esa continuidad, lifelong learning (Candy, 1991). El término lifelong learning o aprendizaje a lo largo de la vida, comprende todas las actividades de aprendizaje en la trayectoria educativa de una persona con el objetivo de aumentar el conocimiento y mejorar sus competencias personales, lejos ha quedado el concepto ilustrado que entendía que en la vida del ser humano hay una edad destinada a la instrucción y otra a desempeñar una tarea en función de lo aprendido (Jovellanos, 2012). La realidad actual, para funcionar en el mundo del siglo XXI, nos empuja a una mejora personal continuada, a un aprendizaje constante, así que aprender a aprender nos resulta más interesante que qué aprendemos, porque entendemos que el estudiante del presente lo necesitará para su futuro personal y laboral. La publicación de un tratado teórico-práctico de enseñanza, con aplicación en escuelas y colegios por Gaspar Melchor de Jovellanos, en 1801, supuso un punto de inflexión educativa para lograr una renovación pedagógica abierta, libre y adecuada a las clases sociales. Hoy en día, el reto educativo pasa por replantearnos cómo aprendemos y en darle protagonismo al estudiante, de forma que el profesor se convierta en un mediador metodológico y no en un suministrador de contenidos (Osses y Jaramillo, 2008). Así, un punto esencial recogido en el estudio de Philip Candy (1991) se basa en un concepto constructivista, puesto que el estudiante construye estructuras cognitivas idiosincrásicas relacionadas con su experiencia previa (Candy: 270) que enfatizan y consolidan el aprendizaje. Estas estrategias aparecen recogidas en las Reformas Educativas de Europa y más concretamente en España, que en su última actualización del sistema educativo (LOMLOE del 13 de marzo de 2020), considera uno de sus objetivos principales modernizar el sistema educativo, centrándose en el alumnado y su potencial a desarrollar1. En esta línea, el Real Decreto sobre el currículo básico de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato (1105/2014, de 26 de diciembre), establece en el artículo 29 que “las actividades educativas en el Bachillerato favorecerán la capacidad del alumnado para aprender por sí mismo, para trabajar en equipo y para aplicar los métodos de investigación apropiados” y que “las Administraciones educativas promoverán las medidas necesarias para que […] se desarrollen actividades que estimulen el interés y el hábito de la lectura y la capacidad de expresarse correctamente en público”.

Una de las nuevas prioridades de la organización del currículo de Lengua Castellana y Literatura atiende a la formación en el dominio de todos los procesos y habilidades lingüístico-comunicativas. El objetivo que se persigue en la LOE es el desarrollo de la competencia comunicativa del alumnado, lo que implica conocer el código, pero también saber qué y cómo decirlo según la situación comunicativa. Y para ello se aplicarán los recursos y las metodologías necesarias para desarrollar la competencia comunicativa y literaria, de forma que el estudiante avance en el proceso de integración social y supere los retos laborales del siglo XXI.

En el marco europeo hay un interés por abordar el aspecto educativo, considerando el papel fundamental que desempeñan la educación, la juventud y la cultura en la construcción del futuro de Europa. En este sentido, el 30 de septiembre de 2020 se publicó una Comunicación sobre el Espacio Europeo de Educación, en la que se define el recorrido que deben seguir los países miembros para lograr avances educativos en 2025 (European Commission, 2020). El paquete de medidas políticas en el se se está trabajando desde Europa busca aprovechar al máximo el potencial de la educación y la cultura como motores de creación de empleo, crecimiento económico y mejora de la cohesión social, y como medio para experimentar la identidad europea en toda su diversidad.

En vista de las demandas sociales, nuestro objetivo como profesores es enseñar a los estudiantes la mejor forma de aprender para que puedan aumentar su autonomía y aplicar esta técnica a lo largo de su vida. En este sentido, las exposiciones orales se han convertido en una herramienta esencial para integrar el contenido académico en el área de Lengua y Literatura Española (Gràcia et al., 2017). En el aula, hemos visto una diferencia sustancial entre realizar exámenes de contenido memorístico, que el alumno olvida una vez ha finalizado la prueba, y darle la posibilidad de convertirse en docente (McGuire, 2020). En este último caso, el estudiante investiga, lee, se prepara oralmente, reflexiona sobre la mejor manera de explicar a sus compañeros el contenido y realiza su presentación oral. Finalmente, resuelve las dudas que hayan podido surgir de esta, por eso es importante que domine el contenido que prepara.

El artículo íntegro lo puedes descargar de forma gratuita aquí: Pareja-Olcina, María. (2021). «Profesores adolescentes: herramienta didáctica para Lengua y Literatura Española». Revista Internacional de Humanidades. 8 (2): 19-36. DOI: https://doi.org/10.18848/2474-5022/CGP/v08i02/19-36