Este artículo de investigación surge como necesidad de dar respuesta a varias inquietudes personales en el ámbito de la docencia. De un lado, el interés personal de acercar la lectura guiada en el aula, ya que en el área de Lengua Castellana y Literatura este trabajo cooperativo nos permite aplicar la lectura, la entonación, el vocabulario y facilita en el alumnado poco lector un hábito, puesto que la lectura compartida entre iguales supone una herramienta muy interesante para dinamizar la lectura. De otro, nuestro interés por tratar cuestiones que en un futuro nos ofrezcan una sociedad más igualitaria, de ahí la elección de la novela juvenil Dame un like, que nos permite indagar en temas como el ciberacoso, la empatía, adicciones a redes sociales, autoestima en la adolescencia, la presión del grupo o las dudas sobre la identificación de género. Todos ellas cuestiones que preocupan al alumnado y que, por tanto, lo motivan a seguir con la lectura y establecer debates.
La experiencia como profesora de Secundaria, desde 2006, nos ha permitido observar los cambios sociales que se han producido debido a la irrupción de nuevas tecnologías y la posibilidad de llevar un ordenador complejo en nuestro bolsillo. El docente debe adaptarse a todos estos cambios y establecer dinámicas pedagógicas que favorezcan el gusto por la lectura. En este sentido, coincidimos con Bartolomé Delgado (2007) sobre la importancia de buscar lecturas atractivas e interesantes para los jóvenes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), ya que los clásicos pueden generar efectos adversos en nuestro cometido. Aunque encontremos La Celestina o El Quijote en nuestro temario, son lecturas inadecuadas por su complejidad y estilo.
El siguiente reto sería mantener esa motivación inicial en el tiempo y para ello consideramos la estructura de grupos cooperativos esencial. Esta estrategia está siendo aplicada, en la última década, en diversas áreas educativas con unos resultados muy positivos. En nuestro caso, en el año 2016, una profesora de Matemáticas de nuestro centro educativo (IES Violant de Casalduch, Benicasim) estableció esta dinámica en clase para resolver problemas matemáticos. Fue gracias a esta iniciativa que, durante el curso 2017-2018, decidimos implantarla en nuestra clase como medida para recuperar la lectura. Carlos Velázquez nos ofrece la siguiente definición sobre esta dinámica:
El aprendizaje cooperativo, como metodología educativa en la que los alumnos y alumnas trabajan juntos en pequeños grupos, generalmente heterogéneos, para mejorar su propósito aprendizaje y el de los demás. El aprendizaje cooperativo implica necesariamente que cada persona se responsabilice de realizar su parte en la tarea encomendada pero también de que todos y cada uno de sus compañeros de grupo lo hagan. (2010: 202)
Esta forma de trabajar tiene muchas ventajas en el área de Lengua y Literatura, ya que los estudiantes deben perfeccionar la lectura atenta y explicar el contenido entre iguales. La observación de los jóvenes en el aula, realizando estas dinámicas, nos permite confirmar que el trabajo con sus compañeros los mantiene más interesados en la novela. Pensemos, por ejemplo, en una lectura en voz alta dentro del aula, guiada por el profesor, en la que un grupo de 25 alumnos está en silencio, mientras un estudiante lee. En esta situación tradicional es probable que gran parte de la clase no esté trabajando la escucha atenta. Sin embargo, en grupos de cuatro o cinco alumnos y alumnas, todos deben seguir con la lectura y son los amigos los que gestionan la atención, el orden y la dinámica de trabajo. Y es que durante la adolescencia la valoración de los pares tiene un peso mayor al de la familia (Uruk y Demir, 2003), el profesor u otras estructuras de poder. Esto es así porque la adolescencia es un proceso de individualización y desarrollo de la identidad, los jóvenes tratan de alcanzar un determinado nivel de autonomía, reconocimiento y aceptación (Londoño y Valencia, 2010), por esta razón el tipo de grupo que se establezca en el aula, puede tener efectos muy positivos en su evolución y aprendizaje. En definitiva, los iguales modelan sus creencias, actitudes y prácticas, en esta etapa educativa más que en ningún otro periodo. Por tanto, los grupos cooperativos dinamizan la lectura en la ESO.
- Objetivos
Los objetivos que se proponen en la intervención pedagógica para desarrollar el hábito por la lectura son los siguientes:
- Conseguir que el alumnado lea con placer y de forma reflexiva.
- Desarrollar en el estudiante las capacidades para producir y analizar mensajes orales y escritos.
- Desarrollar el espíritu crítico de los jóvenes.
- Conseguir que el alumnado sea consciente de la corrección ortográfica.
- Entender la lectura como un proceso activo en la construcción de significados.
- Asumir que cada lector tiene que construir su propia interpretación del texto.
- Practicar la escucha atenta.
- Practicar la escritura.
- Dotar al profesorado de orientaciones educativas, a fin de paliar los déficits en torno a la lectoescritura.
El artículo íntegro lo puedes descargar de forma gratuita aquí: Pareja Olcina, María. (2021).Animación lectora a través de la novela juvenil Dame un like con grupos cooperativos. En Nuevos caminos para la lectura, la literatura y la comunicación, coordinado por Moisés Selfa Sastre, Enric Falguera García y Aurora Martínez Ezquerro, 185-196. Lleida: Edicions de la Universitat de Lleida. DOI:10.21001/caminos.lectura.literatura.comunicacion.2021. ISBN: 978-84-9144-256-1.