OBJETIVO 1. LA FUERZA DEL AGUA

Este experimento llamó mi atención hace muchos años y no he podido quitármelo de la cabeza desde entonces.  Necesitamos recordar la importancia de tratarnos bien los unos a los otros, porque para mi sorpresa el acoso, los insultos, el menosprecio y los prejuicios han ido en aumento. Así que llevamos a cabo un experimento en 1º de la ESO iniciado por el japonés Masaru Emoto, que afirmaba que las palabras, sonidos y pensamientos dirigidos hacia un volumen de agua influirían sobre ella dependiendo de si eran positivos o negativos. Es importante destacar que el agua es el principal componente del cuerpo humano, que posee 75 % de agua al nacer y cerca del 65 % en la edad adulta.

Masaru Emoto

Para llevar a cabo el experimento hervimos arroz en agua (del grifo) y los separamos en dos «tapers» transparentes (en este caso eran iguales). En uno escribimos palabras como: amor, abrazos, cariño, dibujamos corazones… Y en el otro escribimos: odio y otros insultos. Para poder influir al arroz durante más tiempo los alumnos voluntariamente apadrinaban el arroz y se lo llevaban a casa. Los resultados fueron increíbles y superaron todas mis expectativas.  A las dos semanas el táper del odio olía a putrefacción y tuvimos que tirarlo porque ni usando dos bolsas se podía aguantar. Sin embargo, el de amor seguía en perfectas condiciones y lo apadrinaron dos semanas más hasta que dimos por concluido el experimento.

Formas del agua observadas al microscopio después de insultarlas o dedicarles palabras amables.

La conclusión a la que llegamos es que si nuestro cuerpo es en mayor medida agua, los pensamientos y palabras que nos dirigimos o que enviamos a los demás nos influyen de forma muy evidente. Por eso deberíamos hablarnos y tratarnos con amor y cariño. Sé que parece fácil de decir y, sin embargo, a la hora de la verdad nos cuesta muchísimo menos insultar a alguien, ponerle la zancadilla, lanzarle una bola de papel o hablar mal de esa persona. Lo que realmente nos cuesta es acercarnos a esa persona y darle un abrazo, no porque nos haya dejado copiar de su examen o nos haya pasado los deberes de Castellano. Me doy cuenta que dar abrazos cuesta, hasta tal punto que algún alumno se ha echado a llorar cuando le he dado un abrazo, me doy cuenta que en esta sociedad en la que parece que tenemos de todo nos falta lo más importante: dar y recibir amor. No cuesta nada dar un abrazo, del mismo modo que no cuesta nada decirle a alguien que le quieres, y no hablo aquí de decirle a mis padres estas palabras mágicas para que me compren un móvil de última generación. Os hablo de decirle a alguien que le quieres porque lo has sentido así en ese momento.  Sin embargo, medimos al milímetro nuestras palabras de amor y derrochamos insultos y menosprecios.

Quiero destacar la idea de que el mero hecho de dirigir pensamientos negativos es suficiente para que el arroz se pudra, también podemos hablarles o ponerles música. Canciones llenas de resentimiento y odio o canciones que nos transmitan alegría y bienestar.


Una vez has acabado con el experimento ¿qué puedes hacer?

– Contárselo a los demás e invitarles a que lo prueben. Imaginad por un momento que todos los habitantes del planeta lo realizan y descubren el poder de las palabras y de lo que pensamos ¿viviríamos en un mundo mejor?

– Reflexiona al respecto.  Podéis plantear estas dudas en clase o te las puedes hacer a ti mismo: ¿qué he conseguido en esta vida por la vía del odio? ¿Y por la vía del amor? ¿Cómo me siento en cada caso? ¿Cómo podría cambiar mi vida? ¿Qué tipo de pensamientos suelo dirigirme? ¿Qué pensamientos dirijo a los demás? ¿Qué pensamientos me gustaría encontrar en mi día a día a partir de ahora?

– Propón nuevas preguntas que puedes responderte o que os podéis hacer en clase.


Mientras se lleva a cabo el experimento (un mes) y si lo trabajáis en grupos, podéis complementar la actividad con lo siguiente:

  • «Un amigo invisible» (apuntamos los nombres de la clase en papelitos y los repartimos por sorteo a los alumnos) de frases positivas. A cada alumno le llegará una notita positiva esa semana sin saber de quién es.
  • «Un amigo invisible»de abrazos.
  • Se puede invitar en una sesión a los padres para que aprovechen la clase para decirse cosas positivas los unos a los otros. Ya que el mayor obstáculo me lo encuentro con alumnos que son incapaces de resaltar alguna característica positiva de los demás y en muchos casos es porque no están acostumbrados a recibirlas. Los resultados al trabajarlo con las familias han sido increíbles.

Deja tus comentarios sobre este taller. ¿Qué resultados has obtenido? ¿Cómo los has llevado a cabo?


Puedes ver otras experiencias en la sección tutoría.

Pilar Rubio nos propone «cosas bonitas» y «no tan bonitas» que le podemos dedicar al arroz en nuestro experimiento. Algunas las ha sacado de la película Mejor imposible. Gracias por tu aportación.

COSAS BONITAS

Me encanta estar a tu lado

Contigo me siento bien Luchas por lo que quieres respetando a los demás

Me haces feliz

Eres especial

Te sientes bien cuando yo estoy feliz. Quieres lo mejor para mí

Eres buena persona

Quieres a tu familia y amigos

Ves lo bueno de la vida

Sabes sacar lo mejor de mí

Me encanta escucharte

Tu mirada me transmite serenidad

Tu sonrisa me alegra el día

Respetas la naturaleza y las cosas de los demás

Tú haces que quiera ser mejor persona

Siempre tienes algo interesante que contar

Te preocupas por las personas que te rodean

Quieres mejorar el mundo

Te sientes mal cuando a otros les va mal

Nunca te rindes

Eres alegre y optimista Eres sincero/a Respetas a todas las personas

Sientes compasión Quieres aprender

Sabes escuchar

Encuentras la felicidad en las cosas pequeñas

COSAS “NO TAN BONITAS”

No escuchas

Siempre te estás quejando

Necesitas tener demasiado para ser feliz Sueles estar de mal humor

Siempre quieres tener la razón

No tienes paciencia

Estás siempre demasiado serio/a

No dejas hablar a los demás Solo ves el lado malo de las cosas

Eres muy desconfiado/a

Te alegras de las desgracias ajenas

No te preocupas por nadie más que de ti

Dices mentiras

Solo das si necesitas recibir algo a cambio

No tratas bien a tus amigos /as y compañeros/as

Crees que eres lo más importante

Te rindes enseguida.

No te esfuerzas

No me siento cómodo/a tu lado.

Me haces sentir inseguro/a

No sientes compasión ni bondad


Los científicos demuestran que  las palabras son poderosas: